Que lindos días viví en ese lugar, el primer día que llegué pensé que había llegado a un pueblo fantasma, no veía a nadie y el único sonido era el de las olas, poco a poco no se si iban apareciendo personas o yo me iba dando cuenta de que existían, Canoa es un lugar que no impacta a primera vista, pero gradualmente vas descubriendo su magia, y la magia rápidamente se convierte en adicción.
Como es normal en casi todos los pueblos de Ecuador, abundan los hostales, allí los hay desde 5 hasta 10 USD por persona en habitaciones de 4 a 8 camas aproximadamente, a muchos no les gustan estos lugares, para mi es la mejor forma de gastar poco y ganar mucho, no hay un instante en que no estés ganando amigos y experiencias; mis momentos más inolvidables fueron los desayunos, nos reuniamos en la cocina personas que algunas veces perteneciamos a 10 países diferentes, cada uno con una misión, cortar la cebolla, el tomate, el pimentón, batir, licuar, mezclar, sazonar, servir, lavar ... al final una exquisita receta y todos alrededor de la mesa disfrutando de un desayuno mundial.
15 días estuve allí, intentando levantarme temprano para comprar el pescado y los camarones frescos (solo lo logré un día), me gustaba caminar hasta la última esquina de la playa, compartir con los turistas, caminar entre artesanos y probar suerte intentando surfear, en una oportunidad disfrute de un inolvidable vuelo en parapente. Las noches se abrían a la diversión entre bailar en los kioscos de la playa y la Happy Hour en Coco Loco que cuando te das cuenta te tiene atrapado en medio de Caipirinhas, en una ronda de Beer Pong, en una Trivia o en medio de una animada conversación intentando descubrir palabras entre tantos idiomas y acentos.
Les recomiendo que prueben "La Uña de la Gran Bestia" una exótico cóctel muy famoso en el pueblo a base de Caña Manabita, los que lo preparan dicen que sus principales ingredientes son Marihuana, Coca, Cien pies, Escorpión y no recuerdo el resto, lo venden en "El Barquito de Calixto", cada vez que escuché la historia de su origen la escuche diferente, lo cierto es que ya es una leyenda, y todos dicen que si fuiste y no la probaste no estuviste en Canoa.
Viajero: Karen Palacios - Colombiana
